Se estrenó Amos Del Universo: Revelación, una serie animada
de una muy alta calidad con ciertas variaciones respecto a la historia que muchos
recordamos o creemos recordar de la mítica serie de los ochentas inspirada en
la popular serie de juguetes. El primer episodio arranca con un bombazo, un
balde de agua fría que a todos aquellos cuarenteens, proto-cuarenteens y
chavorrucos que en su momento coleccionamos las figuras de acción nos
sorprendió y de una u otra forma llegó a afectar la percepción que se pueda
llegar a tener de la serie y de los personajes. En el primer episodio, He-Man
se sacrifica para acabar con Skeletor de una vez por todas, y mientras ambos rivales
se desvanecen, con ellos se va la magia de Eternia y nos quedamos con una
tierra moribunda, sin magia en la cual tanto el bien como el mal deben trabajar
juntos para salvar al mundo. La primera parte de la serie animada se enfoca en
Teela y en su intento por salvar Eternia luego de la muerte de su campeón
defensor, luego de que se le rompiera el corazón por haber vivido engañada, por
haber vivido una mentira.
Teela debe trabajar junto a nuevos aliados, viejos amigos y
enemigos buscando forjar la espada del poder de nueva cuenta y así traer la
magia de vuelta al mundo de Eternia, y en cada episodio se enfrenta a viejos
enemigos al tiempo que conocemos un poco más de la historia de personajes tales
como Evil- Lyn u Orco quienes crean un lazo de amistad bastante inesperado y
que de alguna manera se podría considerar fuerte… tan fuerte que Evil- Lyn se lamenta
por la aparente muerte de su nuevo amigo. Si bien la aparición de He- Man es
breve, sirve para conectar a los viejos fanáticos de la serie con esta nueva
versión, y al mismo tiempo, y por ser tan breve, provoca que muchos fanáticos
de la vieja escuela no le den la oportunidad al resto de los episodios. La
línea divisoria entre héroes y villanos (dejando de lado a Skeletor y a He- Man)
no está tan marcada como en la versión original lo que crea un sentimiento de
empatía hacia Evil- Lyn y Beast Man en su intento de proteger la magia remanente
en Eternia al tiempo que buscan una forma de recuperar el vasto poder mágico
perdido cuando la espada del poder desapareció.
Se nota la mano de Kevin Smith en el desarrollo del argumento y en la manera en que se plantea la historia en el primer episodio. Los diálogos tienen ese toque propio de él, no así el resto de los episodios lo que se hace evidente al aparecer ciertos clichés argumentales en la historia, lo cual de cierta manera se solventa con ese giro tan inesperado que se da al final de la primera parte, y que seguramente no será del agrado de un gran número de fanáticos de la serie original. La animación, que corre a cargo de Powerhouse Animation Studio, realza y le da mayor calidad a la historia por lo cual bien vale la pena el esperar que la segunda parte nos resuelva muchas dudas y termine por dictar el camino a seguir en la historia y las potenciales nuevas temporadas. Todos aquellos fans de la serie original deberían darle una oportunidad a esta historia si bien no por la animación o el argumento, sí por la línea de juguetes que se ve bastante buena. ¿No fue acaso ese el objetivo de la serie original, y por la que nos enganchamos muchos?
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