Por fin, luego de una campaña sin descanso se estrenó la versión
de Zack Snyder de La Liga De La Justicia, el tan bien llamado “Snydercut” por
fin vio la luz. Los fans más acérrimos del director se desviven en elogios y con
gusto le restriegan en la cara a los detractores el éxito de dicha versión.
Esta versión tiene más cohesión y mejor desarrollo de personajes que la versión
de Joss Whedon, el diseño del villano principal en esta película parece salido
de las versiones noventeras de Los Power Ranger, se explican los motivos de
Steppenwolf por recolectar las Cajas Madre y su caída en desgracia con
Darkseid. Los efectos especiales están por debajo del estándar que la industria
hollywoodense ha establecido, pero eso sí, una de las grandes ventajas que nos
presenta esta versión es que el chiste del recto sangrante de Batman fue eliminado. Lamentablemente también cepillaron esos momentos íntimos entre Batman y Wonder Woman que parecieran apuntar a un posible romance entre los dos. Los fans pedían el traje negro de Supes, y lo consiguieron. Visualmente ese
traje es mejor que el anticuado azul y rojo, le da más seriedad al personaje,
lo hace ver más rudo y eso se agradece con un personaje que en verdad pareciera
estar estancado por décadas.
Se han revelado ciertos planes o ideas que tenía Snyder para
la trilogía de La Liga De La Justicia, entre ellos la muerte de Batman en la
segunda parte, y que el hijo sin poderes de Supes y Lois Lane tomara el manto
del murciélago, cosa que en verdad es algo absurda y que se aleja del folklore
de los cómics. La “fidelidad” de Snyder a las historietas siempre ha sido
avalada por sus fans y este giro al puro estilo de M. Night Shaymalan no hubiera
funcionado pues la bati-familia es grande y hay muchos personajes que bien
podrían haber tomado el manto del caballero de la noche aunque ninguno de sus “hijos
adoptivos” con excepción de quien parece haber sido Jason Todd se nos presentó
en esta película. De cierta forma esta representa una oportunidad perdida para
presentar a Jon Kent y a Damian Wayne como los herederos de este par de súper
amigos.
Se ven las claras influencias de Injustice y de Flashpoint Paradox historias bastante interesantes que bien desarrolladas, bien adaptadas hubieran sido un jonrón, pues no hay mejor Superman que el tirano conquistador de la tierra sin lazos emocionales y cuya visión del mundo, aunado a sus exagerados poderes, dependiendo del escritor, hacen a las versiones alternas mejores que la del universo principal. El problema es que aceleraron un proceso de años y de varias películas que hubieran funcionado y así establecer de una manera bastante sólida el universo extendido de DC… sólo era cuestión de darse el tiempo y expandir la historia de forma adecuada. La película es buena, no está al nivel de la película de Joker o de clásicos del género, pero le da esperanza a los acérrimos seguidores del trabajo de Snyder de que su visión pueda ser llevada a la pantalla, y que la historia sea contada justo como él la imaginó. ¿Lo lograrán? ¿Crecerá el movimiento más allá de las redes sociales? ¿Llegaremos a ver al Superman tirano subyugar al mundo, controlarlo a voluntad? Sólo el tiempo, Warner Bros y los fans recalcitrantes de Snyder lo dirán.
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