La primera vez que vi Star Wars fue en la tele abierta, quedé
prendado de la historia, de los personajes y de la magia que se proyectaba en
la pantalla, de esos mundos que se nos presentaban en blanco y negro (por
aquellas épocas aún no teníamos televisor a color en la casa) de los personajes
que luchaban por una causa justa y por ese perro felpudo gigante que se
comunicaba a puros berridos, de esos androides con nombres extraños como Arturito, aquél bendito doblaje... La segunda vez que vi Star Wars la vi a color, de
nueva cuenta en tele abierta y con la misma emoción, si no es que más que
aquella primera ocasión. El ver la trilogía original a color cambió mi
perspectiva de la historia e impactó aún más en el inconsciente de un pequeño
niño de escasos 11 años. La tercera vez que vi la trilogía original, la vi con
las escenas extras que Lucas le añadió gracias a los recursos tecnológicos de
la época los cuales eran superiores en gran medida gracias a lo que Lucas hizo
en Industrial Ligth and Magic para así poderle brindar a sus millones de fans
la experiencia completa de lo que el universo de Star Wars representaba en su
mente.
Cerca del final del milenio Lucas anunció una nueva trilogía, las precuelas de la saga original. Por fin podríamos ver, no solo imaginar, lo que sucedió antes de que Darth Vader fuera ese tenebroso villano de voz profunda, movimientos calculados y poder inmensurable que habría de redimirse al final. Conoceríamos su historia, su conflicto interno y los motivos que lo llevaron a convertirse al lado oscuro y en consecuencia en el mejor villano en la historia del cine. Está de más decir que los efectos especiales, la ambientación, el volver al universo de Star Wars provocó reacciones variadas y aumentó la cantidad de aficionados alrededor del orbe, y es que, hasta ese punto, dicho universo seguía en expansión. Historias paralelas, novelas ubicadas luego de la caída del imperio, o incluso antes del mismo, cómics, video juegos y luego series animadas convirtieron la historia de George Lucas, un modesto director de cine, en uno de los imperios del entretenimiento que se mantiene vigente en la industria cinematográfica, a tal punto que el titán pasó a ser parte de la casa del ratón. Disney buscaba expandirse, atraer un público nuevo y lo consiguió. Cuando se anunció con bombo y platillo una nueva trilogía, los fans recalcitrantes se humedecían los labios, se paladeaban lo que habrían de ver en pantalla luego del éxito sin paralelo que las adaptaciones del universo Marvel tuvieron bajo la sombra del ratón imperial.
Esa trilogía fue
un tanto amarga, mientras muchos nuevos fans la disfrutaron y se internaron en
el universo de Star Wars, aquellos de la vieja guardia se vieron divididos al
interior de sus filas pues algunos disfrutaron las historias, otros rebeldes
las denostaron pero si hay un punto en el cual todos estuvieron de acuerdo fue
en lo emocional que resultó ver a Han Solo y Chewbacca de nueva cuenta en el Halcón
Milenario, ver a una Princesa Leia convertida en general con el mismo porte y
elegancia de su juventud comandando a las fuerzas rebeldes y que recibió una despedida digna de su rango; y a un Luke
Skywalker que si bien los años no parecieron ser benignos con él, seguía
emocionando a los warsies de hueso colorado.
A pesar de que la conclusión de la historia fue muy controversial, una de las cosas que se le debe agradecer a dicha trilogía es que abrió las puertas del universo de par en par y nos permitió disfrutas de historias tales como Rogue One, ver los orígenes de Han Solo (esperaba ver a Harrison Ford pretender ser joven al tiempo que encarnaba de nueva cuenta al personaje y que toda la audiencia pensara lo mismo) disfrutar de un auténtico western espacial en El Mandalorian, ver como los aficionados nuevos y viejos se ponen de acuerdo en qué tan adorable es el Baby Yoda y ver a Luke Skywalker empuñar de nueva cuenta un sable de luz, así como muchos otros proyectos que están a punto de producirse y que habrán de enriquecer aún más el universo de Star Wars y que, al mismo tiempo, generará más opiniones divididas… cosa que es de esperarse pues todo mundo tiene una opinión diferente sobre tal o cual personaje, tal o cual historia, sin embargo eso es lo bello de este universo, que no ha sido explorado del todo y aún quedan muchos rincones de esa galaxia muy, muy lejana por descubrir, historias sin contar, personajes por conocer y una fuerza que está siempre ahí, que todo lo envuelve y que siempre nos acompaña. May the fourth be ever with you.
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