Este verano es atípico en muchos sentidos. Es nuestro segundo
verano de pandemia, y durante este verano se llevarán a cabo los Juegos
Olímpicos de Tokio y en estos momentos se desarrolla una Eurocopa sin una cede
definida, pero con varios juegos regados en diferentes países a lo largo y ancho
del viejo continente. Este verano me hace recordar el lejano verano de 1992,
verano de Juegos Olímpicos, con una ceremonia de apertura en verdad memorable,
y una Eurocopa que se realizó en Suecia también memorable pues el caballo negro
del certamen, el equipo por el que nadie apostaba ni dos centavos, ni siquiera
en su propio país, ganó dicho torneo en circunstancias bastante especiales.
Dichas circunstancias son retratadas en la película Sommeren
’92, Verano del ’92 en español. Esta película que es una combinación entre
drama y comedia, nos narra cómo desde el momento en que el entrenador Richard
Møller Nielsen fue seleccionado para dirigir a la selección danesa no recibió
ni el apoyo ni la confianza de sus directivos y de muchos de sus jugadores a
tal grado que dos de las máximas estrellas de la época, los hermanos Laudrup,
renunciaron a representar a su país (aunque Brian eventualmente volvería a la
selección para competir en la Euro). Dinamarca no pudo clasificar al máximo
certamen europeo al quedar segundos de grupo por debajo de la extinta Yugoslavia.
Cuando ya todo parecía perdido para Dinamarca y sus
jugadores se disponían a disfrutar de unas merecidas vacaciones de verano en
lugares paradisiacos, o simplemente en casa, rodeados de su familia; Yugoslavia
fue descalificada debido a los sangrientos conflictos políticos que se estaban
desarrollando en una zona en verdad caliente, que cobraron miles de víctimas y
que tuvieron a mal durar toda una sangrienta década. Con el tiempo encima, Møller
debe seleccionar a su escuadra de 22 jugadores que habrían de viajar a Suecia a
encarar el certamen. Sin esperanzas, sin credibilidad, sin apoyo y con muchos
factores en contra, el equipo se repone a varias adversidades, se compenetra y
logra lo imposible: calificar a las semifinales del torneo (en aquellas épocas
eran menos los equipos que disputaban la Euro, por lo que se jugaban menos
rondas) como segundos de grupo. Se enfrentan a una Holanda que estaba llamada a
ser una escuadra histórica a nivel mundial y lamentablemente se quedó corta, y
los derrotan en una tanda de penalties llena de dramatismo. Llegan a la final y
logran vencer a los campeones mundiales, la selección de Alemania que tan solo
un par de años antes había logrado derrotar a la Argentina de Diego Armando
Maradona en el mundial de Italia ’90. La historia es un sube y baja emocional
pues tiene momentos graciosos, divertidos y momentos serios, tristes que te
estrujan el corazón pues vemos cómo Kim Vilfort junto a su esposa Minna,
interpretada por Birgitte Hjort Sørensen recordada por haber interpretado a
Karsi en uno de los episodios más memorables de la serie de Game Of Thrones,
deben lidiar con el cáncer que mantiene internada a su pequeña hija, y la
debilita día tras día. Una historia que retrata tanto las mieles del triunfo
como los pasajes amargos de la vida misma que pueden fortalecer o destruir a
una persona. El filme, de producción danesa dirigido por Kasper Barfoed estará
disponible en Netflix hasta el día 9 de Julio, y bien vale la pena dedicarle su
tiempo con una caja de Kleenex a la mano. No dejen de ver Verano Del ’92 antes
de que salga de Netflix y antes de que se acaba la Eurocopa, pues en una nada y
la selección de Dinamarca logra igualar lo que la legendaria selección del ’92 logró.
Esta historia captura la esencia del juego que tuvo a bien describir Luis Omar
Tapia como el deporte más hermoso del mundo.
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